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Me llamo Matias, soy un chico promedio de 18 años. Me gusta tocar guitarra, cantar, las frituras, postres, escribir, joder con amigos, las parodias, cuando estoy depresivo suelo escribir mas que de costumbre.

2012/03/01

Nubelia - parte 1 - Edificio ~



 Después de años recordando, decidí contar una historia que debí haber contado hace mucho tiempo. Los hechos que voy a narrar a continuación tuvieron lugar en mi infancia, es por eso que quiero dejar constancia de todo esto antes de que mi memoria se deteriore y pierda hasta el último detalle de lo sucedido.  
 Como dije antes, lo siguiente sucedió en mi infancia. No recuerdo bien mi edad o el día pero sé que fué un invierno en Santa Teresita, aún en época de clases.
 En ese lugar, mi abuela solía tener un departamento a tres cuadras de la costa y ahí vacacionábamos. Algo curioso es que el edificio queda en la calle tres, esquina treinta y tres; piso tres, departamento tres. Nunca me perdía.
 Estábamos tomando unas 'mini-vacaciones' (escapando de clases) durante esa época invernal. No recuerdo bien quiénes estaban, creo que mi hermano, mi mamá con una amiga (creo), y ni me acuerdo si mi hermana también estaba o no había nacido.
 Terminando la ubicación de tiempo y espacio paso a los hechos.
 Exactamente la noche anterior a volver a mi casa en Quilmes, me desperté a las 2.30 a.m (aproximadamente) y, como no pude dormirme de nuevo, me asomé a la ventana a escuchar el mar (no lo observaba ya que un edificio obstruía la vista). Unos 15 minutos después, veo una nube inmensa y oscura que guiada por el viento pasaba sobre el edificio. Desde siempre me gustaron las nubes, me gusta observarlas y jugar con la imaginación cuando veo sus formas así que, como hipnotizado abrí casi involuntariamente la puerta del departamento, la cerré cautelosamente detrás de mi y me guardé la llave en el bolsillo de un buzo canguro que tenía puesto. Acto seguido subí las escaleras hasta el último piso (no usé el ascensor por miedo a que mi mamá se despertara) y descubrí que la puerta hacia la terraza estaba cerrada. Fuí hasta la planta baja donde hay una puerta camuflada en la pared donde el conserje guarda cosas. Por suerte la había olvidado abierta (estaba abierto porque el señor conserje arreglaba algo en alguna parte del edificio, volvería pronto, y al ser tan tarde no supuso que alguien del lugar se paseara por ahí). Sin pensarlo tomé la llave con la etiqueta de "llav. terraza" y subí nuevamente para encontrarme con que la nube aún seguía sobre el edificio. 
 El viento embravecido agitaba la punta de los árboles y recuerdo que me sujeté muy fuerte a la puerta para no salir volando. En ese momento ví una sábana colgada que estaba a punto de ser llevada por el viento, así que cerré con llave la puerta de la terraza, me la guardé en el bolsillo y corrí a agarrar la sábana.
 Cuando me acerqué más me di cuenta de algo: no estaba colgada, se mantenía en el aire. La sujeté de todos modos y en ese preciso instante el viento empezó a soplar hacia la nube, de abajo hacia arriba. Eso no tenía sentido. Parecía como si la sábana me estuviese llevando con fuerza y en ningún momento pensé en soltarla.
 Cuando me quise dar cuenta, el viento me llevaba con la sábana hacia la nube, ¡No tocaba el suelo!
 Me aferré aún más fuerte a la sábana y seguía ascendiendo incontrolablemente hacia la nube que por cierto ya se estaba moviendo de su lugar.
 Hacía frío, me estaba mareando, estaba nervioso, estaba a una gran altura y mis manos ya no podían más. Comenzé a entrar en la nube y, mientras perdía el conocimiento, sentí cómo la sábana me agarraba de la mano y me seguía llevando.

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